Thursday, March 18, 2010

La Iglesia Morava...Su fe, Ministerio y Historia.

La fe de la Iglesia Morava

La Iglesia Morava ha sido sinónima de principios religiosos basicos por más de 500 años. A lo largo de estos años la Iglesia ha puesto en forma escrita los preceptos de su fe y práctica en lo que se conoce como el "Pacto de Vida Cristiana."

Los Moravos reconocen el ejemplo de la vida de Cristo y proclaman que Jesucristo es el Señor. Vivir la vida cristiana depende no sólo de nuestros propios esfuerzos, sino de Dios, nuestro Padre, quien en Jesucristo nos acepta como herederos de Dios y nos fortalece y sostiene. En el bautismo nos unimos a Cristo en su muerte y resurrección, por lo que hemos muerto al pecado, y caminamos en vida nueva. Estamos conscientes de que nuestra fe cristiana debe ser continuamente alimentada si es de seguir viva y vital. Por lo tanto, deseamos crecer en nuestra vida cristiana a través de la oración personal y el estudio, las devociones de la familia y las oportunidades para el desarrollo espiritual que ofrece la iglesia. Qué tan bien logramos esto será testigo para nuestra comunidad en cuanto a la validez de nuestra fe.

Consideramos que es una responsabilidad sagrada y una oportunidad verdadera de ser fieles guardianes de todo lo que Dios nos ha confiado: nuestro tiempo, nuestro talento y nuestros recursos financieros. Consideramos que todo en la vida es una confianza sagrada a utilizarse sabiamente.

Dándonos cuenta de que Dios nos ha llamado de multiples y variados orígenes, reconocemos la posibilidad de desacuerdos y diferencias entre nosotros. A menudo, estas diferencias enriquecen la Iglesia, pero a veces dividen. Consideramos que es nuestra responsabilidad demostrar dentro de la vida congregaciónal la unidad y la convivencia creada por Dios que nos hizo uno.

Los Moravos apoyamos las colaboraciones con hijos de Dios de otras iglesias cristianas, y evitamos cuidadosamente todas las disputas, respetando las opiniones y las ceremonias propias de una u otra denominación. Reconocemos que a través de la gracia de Cristo otras denominaciones han recibido sus dones y que la Iglesia de Cristo puede ser enriquecida por estos y muchas contribuciones variadas. Es nuestro deseo poder aprender unos de otros y alegrarnos juntos de la riqueza del amor de Cristo y de la sabiduría múltiple de Dios. Damos la bienvenida a cada paso que nos acerca a la meta de la unidad en él. En esta comunión cooperamos con otras iglesias en el apoyo de caridades públicas o empresas cristianas, que tengan un justo reclamo sobre nosotros como seguidores del Señor Jesucristo.

Un lema básico
Al aceptar otros credos de la Iglesia Cristiana (como el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno, la Confesión de Augsburgo) y en su práctica, la Iglesia Morava siempre se ha mantenido firme a su lema: "En lo esencial, unidad; en lo no esencial, libertad; y en todas las cosas, amor. "

Los Sacramentos
La Iglesia Morava reconoce los sacramentos del bautismo y de la sagrada comunión. El modo usual de bautismo es el rocio y la iglesia realiza el sacramento en el nombre del Dios Trinitario (Padre, Hijo y Espíritu Santo). En el caso del bautismo infantil, el sacramento lleva consigo la responsabilidad de los padres, el niño y la congregación. A través del bautismo el individuo recibe la promesa del perdón de los pecados y la admisión al pacto de Dios a través de la sangre de Cristo. Los niños son bautizados como un signo y una garantía para ellos de la promesa de Cristo que suyo “es el reino de los cielos “. Jóvenes y adultos confirman su compromiso bautismal o se reciben por el bautismo de adultos cuando profesan su fe.

Con respecto al sacramento de la sagrada comunión, la Iglesia Morava no trata de definir el misterio de la presencia de Cristo en los elementos de la comunión, pero reconoce que el creyente participa en un acto único de alianza con Cristo como Salvador y con otros creyentes en Cristo. El servicio Moravo de la sagrada comunión es un servicio de alabanza y de oración (himnos son cantados mientras los elementos se distribuyen a todos los comulgantes), de comunión (que significa union en Cristo y el deseo de estar en paz unos con otros), y de pacto especial con Cristo y con los demás.

El Ministerio De La Iglesia Morava
Un fuerte compromiso con la fe bíblica heredado de la Antigua “Unitas Fratum” y un entusiasmo por el trabajo misionero que nació con la renovación de la iglesia del siglo XVIII siguen siendo características de la Iglesia Morava de hoy.
La Educación siempre ha desempeñado un papel vital en la vida de la iglesia Morava. Escuelas y colegios Moravos se encuentran en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, así como en los campos de misión. Una parte integral de la vida de cada congregación son sus vigorosos programas de educación cristiana. Campamentos, conferencias y retiros se realizan en cada área de la iglesia para los niños, jóvenes y adultos.

El Culto en la tradición de la iglesia Morava tiene un fuerte énfasis en su rica herencia musical. Los corales e himnos reflejan la fe incondicional de la Iglesia Morava y la creatividad de los pietistas del siglo XVIII. La Fundación de Música Morava ha descubierto un tesoro de música en los archivos y desvanes de las iglesias Moravas. Coros de trombón o bandas de música tradicionalmente tocan en los festivales de la iglesia en muchas congregaciónes. Las liturgias de la iglesia siguen las estaciones del año eclesiástico. El “Lovefeast” de la iglesia Morava es un servicio de canto con la distribución de alimentos. El servicio de vela de la víspera de Navidad y el culto al Amanecer de Pascua se destacan entre los cultos anuales de la congregacion. La guía de devoción personal llamada El Texto Diario se ha publicado por más de 270 años.

La Actividad Misiónera sigue siendo una fuerza de la Iglesia Morava. Trabajos hechos por los Moravos se encuentran en todos los continentes importantes excepto Australia (la Iglesia fue pionera en los esfuerzos de misión en ese continente). La “Unidad Morava” mundial une aquellas zonas que alguna vez fueron conocidas como campos de misión con las provincias estadounidenses, británicas y continentales (Europa). Fuertes lazos internacionales se fomentan a través de la “Unidad del Sínodo” que se reúne cada siete años.

Las reformas sociales han sido una constante preocupación para la denominación, ya que ha defendido la causa de los oprimidos y ha procurado por otras reformas, junto con muchos otros grupos religiosos. El cuidado para los envejecientes se manifiesta en los modernos y bien equipados hogares que han sido fundados en cada región de la iglesia.

La colaboración ecuménica con otras religiones es una práctica de la iglesia. La Iglesia Morava es un miembro fundador del Consejo Mundial de Iglesias y del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EE.UU.

La vida parroquial de cada congregación es el pilar de la Iglesia Morava. Sus iglesias buscan servir a las comunidades en las que se encuentran con programas de importancia vital para los niños, jóvenes y adultos. La iglesia está dispuesta a servir de ayuda a cualquiera que busque su ministerio en un mundo necesitado.

La historia de la Iglesia Morava
Durante más de cinco siglos, la Iglesia Morava ha proclamado el evangelio en todas partes del mundo. Su influencia ha superado con creces el número de sus instalaciones, ya que ha cooperado con diversas denominaciones religiosas en todos los continentes y ha sido una parte visible del Cuerpo de Cristo. Orgullosa de su patrimonio y firme en su fe, la Iglesia Morava atiende a las necesidades de la gente dondequiera que esten.

El nombre Morava identifica el hecho de que esta histórica iglesia tuvo su origen en la antigua Bohemia y Moravia, en lo que actualment es la República Checa. A mediados del siglo IX, estos países se convirtieron al cristianismo, principalmente a través de la influencia de dos misioneros ortodoxos griegos, Cirilo y Metodio. Ellos tradujeron la Biblia al idioma común y les presentaron un ritual nacional a la iglesia. En los siguientes siglos, Bohemia y Moravia gradualmente cayeron bajo la jurisdicción eclesiástica de Roma, pero algunos de los checos protestaron.

El más importante de los reformadores checos, John Hus (1369-1415) fue un profesor de filosofía y rector de la Universidad de Praga. La Capilla de Belén, en Praga, donde Hus predicaba, se convirtió en un lugar de reunión para la Reforma checa. Ganando el apoyo de los estudiantes y la gente común, lideró un movimiento de protesta contra las posiciones doctrinales del clero romano y la jerarquía. Hus fue acusado de herejía, fue sometido a un juicio largo en el Concilio de Constanza, y fue quemado en la hoguera el 6 de julio de 1415.

Organizada en el 1457
El espíritu de la reforma no murió con Hus. La Iglesia Morava, o Unitas Fratum (Unidad de la Hermandad), ya que asi se ha conocido oficialmente desde 1457, surgió como seguidores de John Hus, se reunieron en la propiedad de Lititz, cerca de 100 millas al este de Praga, en Bohemia Oriental, y organizaron la iglesia. Esto ocurió 60 años antes de que Martin Luther iniciara su reforma y 100 años antes del establecimiento de la Iglesia Anglicana. Para el 1467 la Iglesia Morava había establecido su propio ministerio, y en los años que siguieron tres órdenes del ministerio fueron definidos: diácono, presbítero y obispo.

El crecimiento, la persecución, el exilio
Para el 1517 la Unidad de la Hermandad numeraba por lo menos 200,000 con más de 400 parroquias. Utilizando un himnario y su propio catecismo, la iglesia promovió las Escrituras a través de sus dos máquinas de impresión y le proporcionaron al pueblo de Bohemia y Moravia, la Biblia en su propio idioma.

La persecución amarga, que estalló en 1547, condujo a la Iglesia de la Hermandad a propagarse a Polonia, donde creció rápidamente. Para el 1557 hubieron tres provincias de la iglesia: Bohemia, Moravia y Polonia. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) trajo nuevas persecuciones a la Iglesia de la Hermandad, y los protestantes de Bohemia fueron severamente derrotados en la batalla de la Montaña Blanca en 1620.

El líder principal de la Unitas Fratum en estos años tempestuosos fue el obispo John Amos Comenius (1592-1670). Comenius se hizo mundialmente conocido por sus ideas progresistas sobre la educación y se le ofreció la primera presidencia de la Universidad de Harvard. El, sin embargo, nunca llegó a América, la mayor parte de su vida la vivió exiliado en Inglaterra y en Holanda, donde murió. Su oración fue que algún día la 'semilla escondida "de su amada Unitas Fratum una vez más diera saltos a vida nueva.

Renovado en los 1700s
El siglo XVIII vio la renovación de la Iglesia Morava a través del patrocinio del Conde Nicholás Louis von Zinzendorf, un noble pietista en Sajonia. Algunas familias Moravas huyendo de la persecución en Bohemia y Moravia se refugiaron en la propiedad de Zinzendorf en 1722 y construyeron la comunidad de Herrnhut.
La nueva comunidad se convirtió en el refugio para muchos otros refugiados Moravos. El Conde Zinzendorf les animó a mantener la disciplina de la Unitas Fratum, y les dio la visión para llevar el evangelio a los rincones más lejanos del planeta. El 13 de agosto 1727, marcó la culminación de una gran renovación espiritual de la Iglesia Morava de Herrnhut, y en 1732 los primeros misioneros fueron enviados a las Indias Occidentales.

A América en el 1735
Después de fracasar en su intento de establecer un asentamiento Moravo en Georgia (1735-1740), los moravos se establecieron en Pennsylvania en la propiedad de George Whitefield. Allí compraron 500 hectáreas para establecer el asentamiento de Bethlehem en 1741. Al poco tiempo le compraron al administrador de Whitefield unas 5,000 hectáreas en la Baronía de Nazareth ,y las dos comunidades de Bethlehem y Nazareth, se vincularon estrechamente en su economía agrícola e industrial. Otras congregaciones se establecieron en Pennslvania, Nueva Jersey y Maryland. Todos eran considerados centros de frontera para la difusión del Evangelio, en particular en la misión a los indios americanos.

En principios de la decada de 1750, el obispo Augusto Spangenberg encabezó un grupo de hombres a una encuesta de 100,000 hectáreas de tierra en Carolina del Norte, que llegó a ser conocida como Wachau (nombrada por una propiedad del Conde Zinzendorf en Austria ). Más tarde, se le cambio el nombre a Wachovia, y este se convirtió en el centro de crecimiento de la iglesia en esa región. Bethabara, Bethania y Salem (ahora Winston-Salem) fueron los primeros asentamientos Moravos en Carolina del Norte.

Bethlehem en Pennsylvania y Winston-Salem en Carolina del Norte se convirtieron en la sede de las dos provincias (norte y sur) que se desarrollo como la Iglesia Morava de América y se estableció como un organismo autónomo de la iglesia después del Sínodo de la Unidad del 1848. La iglesia se extendió desde los centros geográficos de Bethlehem y de Winston-Salem, a raíz de emigrantes alemanes al Medio Oeste. A finales del siglo XIX respondían a las necesidades espirituales de los refugiados Moravos de origen alemán, que huían hacia el oeste de Canadá debido a la persecución en Europa oriental. Esa gran dispersión geográfica de la Provincia del Norte provocó que se dividiera entre distritos orientales, occidentales y canadienses.

Despues de la Segunda Guerra Mundial, el empuje fuerte para la extensión de la iglesia llevó a la provincia del norte a extenderse al sur de California (donde sólo habia existido una mission indijena desde el 1890), así como a algunos sitios del Este, Medio Oeste y Canadá. La Provincia del Sur añadió numerosas iglesias en la zona de Winston-Salem, a través de Carolina del Norte y amplió su alcance a la Florida y en Georgia. Hoy la Iglesia Morava tiene congregaciones en 20 estados o provincias en los EE.UU. y el Canadá.

Los Ritos y Sacramentos de la Iglesia Morava

La historia de la palabra Sacramento
La palabra sacramento se deriva de una raíz en latin que denota obligaciones legales o militares, por ejemplo , el juramento de obediencia de un soldado. El primer uso de la palabra en un contexto cristiano se refirió a que los cristianos estarian sujetos a leyes específicas, por ejemplo, de no cometer ningún tipo de crimen. La palabra se identificó con rituales religiosos en la iglesia cristiana primitiva para darle definición a los misterios de Dios. Al participar en un ritual religioso, la persona estaria expuesta a la verdad divina que previamente había sido desconocida.

Los primeros líderes protestantes vieron tres características distintivas que establecen los sacramentos aparte de otros rituales de la Iglesia. Según las escrituras: 1) Cristo instituyó los sacramentos, 2) Cristo mandó a sus seguidores a observarlos 3) Los sacramentos son actos de la iglesia que simbolizan actos de Dios. Así, desde el momento de la reforma, el bautismo y la cena del señor han ocupado un lugar único entre los muchos ritos y rituales de las iglesias protestantes.

Personal y comunal

Cuando, por la fe, uno tiene un encuentro personal con el amor de Dios, se lleva a cabo una invariable transformación. Esa transformación ocurre porque Dios esta ansioso de compartirse a sí mismo con todos los miembros de nuestra familia humana. La pregunta es, ¿Cuándo, dónde y cómo este intercambio divino tendra lugar? ¿Al poseer un conocimiento personal de la gracia de Dios, cómo podriamos ser más fructíferos en el servicio de Dios? ¿Si uno detecta que está perdiendo contacto con Dios, cómo se restablece la relación?

La Iglesia Morava considera que los sacramentos de la Iglesia proporcionan los canales por los cuales muchas de estas preguntas son contestadas no sólo intelectualmente, pero con experiencia. El libro de oración común define un Sacramento como " un signo externo y visible de una gracia interna y espiritual".

Así, en el contexto de la fe, los sacramentos llegan a ser los símbolos visibles de Cristo y sus beneficios. En los sacramentos se ofrece garantía, las promesas se reivindican, se proclama el Evangelio y Cristo está presente. El elemento esencial de los sacramentos no es lo que el Ministro dice o hace, pero lo que Dios que "... estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo ..." dice y hace. A través de los sacramentos, los creyentes recibirán a Cristo y los beneficios de la nueva alianza de Dios.

Los sacramentos pertenecen tanto a la tierra como al cielo. El agua, el pan y el vino son terrenales, pero utilizados en los sacramentos estos elementos significan mas de lo que son. Dios toma estas cosas de la tierra y hace que éstas signifiquen cosas del cielo. El Ministro administra los sacramentos, pero Dios es quien hace el trabajo. Así, en los sacramentos, donde la experiencia religiosa está en su mejor momento,


Dios, el Padre, el hijo y el Espíritu Santo, está activamente presente. La celebración de los sacramentos en el contexto del culto público es un llamado a la responsabilidad individual y corporativa. La obediencia y el sacrificio de Cristo se convierten en el modelo aceptable para una vida cristiana. Cada vez que se celebran los sacramentos, la congregación recopilada se recuerda que el señor es el espíritu quien encargó a sus seguidores a hacer discípulos, a bautizar y a disfrutar de los alimentos que la Iglesia comparte en su mesa "…hasta su llegada!" Cada vez que la comunidad se reúne para celebrar el Bautismo y la Santa Comunión, se recuerda el papel que le corresponde en la nueva Alianza y reafirma su responsabilidad para que el participante comparta la gracia de Dios.

Los Ritos de la Iglesia Morava
Los ritos de la Iglesia Morava son la Confirmación, del Matrimonio y la Ordenación. La celebración de los ritos litúrgicos siguen una forma establecida en el himnario. Tienen el propósito de ser utilizados como un medio de afirmación de la fe cristiana y de que cada uno pueda dedicarse a una forma de vida coherente con la fe. Los clérigos son entrenados y puestos aparte para administrar estos ritos como siervos de Dios y como los ministros de la Iglesia.

El sobrepelliz
La Iglesia Morava cree en y trata de poner en práctica el sacerdocio en todos los creyentes. Así pues, hay una igualdad en nuestra vida juntos. Sin embargo, el clero ordenado ha sido entrenado y puesto aparte para un propósito especial en la vida sacramental de la Iglesia.

Durante la celebración del Bautismo y de la Santa comunión, los ministros Moravos llevan una túnica blanca llamada sobrepelliz. El sobrepelliz se usa para significar lo que la persona está haciendo, y no quién la persona es. Se cubre la identidad humana del individuo como simbolo de la virtud del Salvador.

Así pues, la validez del bautismo y la comunión no depende del carácter de la persona que lo administra, sinó sobre el carácter del Señor, que lo encargó! El sobrepelliz también puede ser usado por el ministro al participar en los matrimonios o confirmaciones. Es un símbolo visible de que, en el rito que se realiza, la bendición finalmente no viene de la iglesia, sino de Dios.